Diferencias generacionales

Las diferencias generacionales no son las que dividen a la fuerza de trabajo… ¡Los estereotipos, sí!

18 Marzo 2020

Recompensar y reconocer las distintas generaciones de colaboradores en el lugar de trabajo: ¿Hay una verdadera diferencia generacional entre Tradicionalistas, Baby Boomers, Generación X y Millennials?

Los medios de comunicación nos transmiten la idea de que habiendo cuatro generaciones –cinco, próximamente– trabajando codo a codo en el lugar de trabajo, las diferencias generacionales nos dividen. Karine Lienhard, Vicepresidente de marketing en Sodexo Benefits & Rewards, nos ayuda a decidir de una vez por todas si hay algo de verdadero en estas afirmaciones, echando una profunda mirada a un estudio reciente de Sodexo y Peter Cappelli, experto generacional y Director del Wharton School’s Center for Human Resources, nos brinda también su perspectiva.

¿Qué tienen estas generaciones en común?

A menudo escuchamos decir que los Millennials son malcriados y se creen con derecho a todo, que los de la Generación X son escépticos y negativos, que los Baby Boomers viven para trabajar y que los Tradicionalistas se pierden con la tecnología. Puede ser fácil aceptar estas amplias generalizaciones, pero si echamos una mirada más analítica, nos damos cuenta de que estas generaciones tienen mucho en común, especialmente en lo que hace a sus expectativas de calidad de vida en el lugar de trabajo.

De hecho, Sodexo Benefits and Rewards Services llevó a cabo un estudio en cinco países, comparando a los Millennials y a los no Millennials en el lugar de trabajo y encontró que las cinco mayores expectativas de cada grupo eran exactamente las mismas:

  • seguridad y protección para el futuro, la salud y la familia
  • poder administrar su propio equilibrio de tiempo personal y vida laboral
  • el reconocimiento por su aporte personal
  • el desarrollo en la carrera, la retroalimentación regular y continua
  • y el desarrollo personal, tanto dentro como fuera del lugar de trabajo

“Es, en realidad, increíble”, dice Lienhard. “Cuando emprendimos este estudio pensamos que habría diferencias muy marcadas entre las necesidades y expectativas de los colaboradores de diferentes países y generaciones. Al final, los resultados, que resultaron ser muy similares de un país a otro, nos indicaron que eso no era cierto. Las necesidades de un trabajador en la India no eran tan distintas que las de un trabajador polaco o estadounidense”.

Los investigadores de la Universidad de Carolina del Norte llegaron a la misma conclusión, cuando su estudio reveló que los Millennials, los de la Generación X y los Baby Boomers buscaban igualmente la integración entre trabajo y vida privada, la oportunidad de trabajar en proyectos que representen retos, la oportunidad de avanzar en sus carreras, un tratamiento justo y una compensación competitiva. Del mismo modo, una encuesta realizada en 2015, por el Institute for Business Value de IBM también mostró muy pocas diferencias generacionales, afirmando que las distintas generaciones comparten los mismos factores motivacionales y las mismas opiniones acerca del lugar de trabajo.

 Diferencias generacionales


Rompamos con los estereotipos

Según los expertos generacionales, las diferencias que podemos apreciar en el lugar de trabajo tienen más que ver con las expectativas individuales que con las expectativas globales de cada generación. Además, esas diferencias tienden a alinearse más con una etapa de la vida que con el año de nacimiento de cada uno.

“Una diferencia generacional implica algo en los miembros del grupo que dura para toda la vida. Pero hay mucha evidencia de que las diferencias en el lugar de trabajo no son generacionales”, explica Cappelli. Dicho de otro modo, esta noción de estado, y no de edad, tiene bastante importancia cuando las compañías reflexionan acerca de lo que motiva individualmente a los colaboradores en el lugar de trabajo. “Cuando los trabajadores inician sus carreras, quieren cosas distintas, en particular, la oportunidad de aprender y de progresar. A la mitad de sus carreras, y por una típica razón de necesidades familiares, necesitan dinero y estabilidad, mientras que, al final de sus carreras, nuevamente desean cosas distintas, a menudo que los enriquezcan a nivel personal”, agrega.

Uno de los aspectos del mundo laboral de hoy que parece unir a todos los trabajadores, más allá de generaciones y culturas, es la necesidad de lograr un mayor equilibrio entre vida profesional y personal. Este fue un tema común en el estudio de Sodexo y, por una buena razón, es importante para todos.

“El límite entre el tiempo laboral y el tiempo libre se vuelve difuso, sobre todo porque estamos siempre conectados”, afirma Lienhard. “Para compensar esa “ultraconectividad”, los empleados buscan ahora una manera de administrar su propio tiempo y encontrar un mayor equilibrio. Las empresas deben tener esto en cuenta a la hora de crear sus programas de motivación y sus estrategias de reconocimiento en el trabajo y recompensas”.

 

Personalización mata estandarización

Para que las compañías logren un verdadero éxito en la gestión de sus fuerzas de trabajo multigeneracionales, deben ir más allá de los estereotipos y conocer a sus empleados, comprender sus expectativas de calidad de vida y descubrir qué los motiva. A partir de ahí, las organizaciones pueden permitirse crear ofertas personalizadas y no políticas generales.

“Un aspecto clave de nuestro estudio es que los colaboradores quieren ser vistos como una persona a nivel integral, con intereses personales y pasatiempos, y no solamente como alguien que marca tarjeta de 9 a 5”, dice Lienhard.

Sodexo encontró la manera de abordar este tema individualmente a través de beneficios de amplio alcance para los empleados. Este programa de motivación se basa en los intereses del empleado permitiendo y priorizando su propia elección a la hora de elegir sus recompensas, que pueden pasar por programas culturales, de salud o de bienestar. Este tipo de flexibilidad y oportunidad en el lugar de trabajo no solo satisface las necesidades de distintas generaciones, sino que, además, les da a todos los empleados la libertad de crecer y desarrollarse.

La diversidad generacional, tan abundante hoy en día en los lugares de trabajo, requiere que las empresas inviertan en ciertos esfuerzos para asegurarse de entender las mayores inquietudes de sus empleados. “Saber a dónde están los empleados en sus carreras y en sus vidas, así como las necesidades que les están asociadas”, asegura Lienhard, “puede ayudar a crear una fuerza de trabajo multigeneracional bien recompensada”.

Cappelli agrega: “Lo más importante de todo este tema, y sobre lo que no hay punto de discusión, es que por más que haya diferencias promedio entre los grupos etarios y sus valores, estas son irrelevantes para los colaboradores. ¿Por qué? Porque las características generalizadas esconden enormes variantes dentro de cada grupo etario. ¿Quiere realmente algo de qué preocuparse? Simplemente piense en el hecho de que nos estamos obsesionando por las diferencias inexistentes entre los intereses de los jóvenes y nos estamos olvidando de los intereses de la enorme masa laboral que está envejeciendo”.

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